La mayoría de los alimentos básicos utilizados en la nutrición animal, por ejemplo: el heno, los granos, los ensilados etc., son suficientes en cuanto a contenido en uno o más factores que se precisan: pero son fuentes pobres de suministro de importantes factores vitales, aún no determinados perfectamente.
Estos factores desconocidos son responsables del crecimiento y buen desarrollo de los animales, estando presentes en la hierba verde, la harina de pescado, la harina de soja, de alfalfa y derivados solubles secos de destilerías.
Los investigadores no han podido llegar a un acuerdo con relación al número de los diferentes factores esenciales, su naturaleza química o las cantidades relativas que contienen las diferentes fuentes naturales donde se encuentran.
Es obvio, que las plantas verdes son mejores fuentes de suministro que la misma planta después de cosechada, preparada y almacenada, para ser dada como alimentación en días posteriores. Por ejemplo, la alfalfa deshidratada nunca contendrá tanto caroteno ni proteína como contenía la planta verde durante su desarrollo, antes de ser cortada.
La pérdida de vitaminas, minerales y hormonas durante la cosecha, preparación y almacenamiento es enorme.
Existen gran cantidad de experiencias que demuestran que la hierba es el complemento nutritivo perfecto para la alimentación del ganado. A través de las investigaciones se ha demostrado repetidamente que el valor nutritivo de la planta verde llega a su máxima riqueza unos cuatro días después de la germinación y comienza a declinar desde ese momento.